Suelta las riendas y entrégaselas a Dios

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Suelta las riendas y entrégaselas a Dios
Mi mente se interpone fácilmente en mi camino. Intenta ser lógica. Se plantea problemas y piensa que tiene las respuestas. Luego mi vida se convierte en un caos. Es sólo cuando “suelto las riendas y se las entrego a Dios” que siento la serenidad. Es sólo cuando me rindo que puedo ver las respuestas que Dios pone delante de mí. Es sólo cuando dejo de intentar controlar que mi vida se desliza suavemente.
Dios dirige mi vida mucho mejor que yo. Debo recordar quitarme de su camino.
Aceptaré todo lo que encuentre en mi camino, sabiendo que la aceptación es el fundamento de la madurez espiritual.
Sólo por Hoy OA

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