La Base de Toda Humildad
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La Base de Toda
Humildad
Mientras estuvimos
convencido de que podíamos vivir exclusivamente con nuestra propia fuerza e
inteligencia, era imposible tener una fe operante en un Poder Superior.
Esto era verdad aun
cuando creíamos que existía Dios. Pudimos realmente tener creencias religiosas
sinceras que resultaban estériles porque todavía tratábamos nosotros mismos de
hacer el papel de Dios. Mientras colocáramos primero la confianza en nosotros
mismos, una genuina dependencia de un Poder Superior era completamente
imposible. Faltaba el ingrediente básico de toda humildad, el deseo de buscar y
hacer la voluntad de Dios.
DOCE Y DOCE, pág. 77
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