Octavo Paso 12 Paso, 12 Tradiciones
Octavo Paso
«Hicimos una lista de
todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos dispuestos a
enmendarlo.»
Algunos de nosotros nos encontramos con otro
obstáculo muy distinto. Nos aferrábamos a la idea
de que los únicos perjudicados por nuestra forma
de beber éramos nosotros. Nuestras familias no se vieron perjudicadas porque
siempre pagamos las cuentas y casi nunca bebíamos en casa.
Nuestros compañeros de trabajo no se vieron
perjudicados porque solíamos presentarnos a
trabajar. Nuestras reputaciones no se vieron
perjudicadas, porque estábamos seguros de que muy
poca gente se había fijado en nuestros excesos
con la bebida. Y los que sí se habían fijado, nos tranquilizaban diciendo que
una alegre juerga no era sino el pecadillo de un hombre recto. Por lo tanto,
¿qué daño real habíamos causado? Sin duda, pocos más de lo que podríamos
remediar fácilmente algunas disculpas hechas de paso. Esta actitud, por
supuesto, es el producto final de un esfuerzo deliberado para olvidar. Es una
actitud que solo se puede cambiar por medio de un análisis profundo y sincero
de nuestros motivos y nuestras acciones.
12 Paso, 12 Tradiciones
Comentarios
Publicar un comentario