Pelando la cebolla
No fue hasta que empecé a practicar diciendo mi verdad en las reuniones que comencé un cambio real en mí desde adentro. El siempre programa de Codependientes Anónimos terminó la soledad de sentir que mi dolor era como el de cualquier otro y que el enfrentarlo era solo cuestión mía. Diciendo mi verdad en voz alta a testigos amorosos y respetuosos tienen el poder de disipar el dolor de edades pasadas y liberarme para sanar la herida en mi alma que drenaba mi energía de vivir. Con la ayuda de mi Poder Superior practico la gratitud, desapego, aceptación y amor mientras aprendo a vivir en él.
Pelando la cebolla
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