Maltratos
✫✫✫
Maltratos
El/la culpable, el/la victima, cuando me dejo llevar por la manipulación de otro
“Muchos
han caído por el filo de la espada, pero más han caído por el de
la lengua.” Esta cita señala un arma que muchos de nosotros hemos
usado: el sarcasmo. El comentario hiriente, la insinuación
desdeñosa, la sonrisa burlona.
Si me viera perpetrando estos
ataques verbales, no me sentiría orgulloso. Entonces, ¿por qué
hacerlo? Cuando estoy enojado o frustrado puedo obtener una
satisfacción momentánea al anotar un gol, pero, ¿el sarcasmo me
dará lo que realmente deseo? ¿El atacar a otra persona puede
resolver nuestros problemas? ¿Es realmente la manera en que me
quiero comportar? Claro que no.
Algunas veces me siento indefenso
y enojado. Cuando eso sucede, puedo tratar de llamar a un amigo de
Al-Anon o ir a una sesión donde podría obtener otra perspectiva.
También puedo escribir cada una de las groserías que quiero decir y
enseñárselas a mi padrino. De vez en cuando es útil decirlas. Pero
necesito hacerlo apropiadamente, sin comportarme de manera positiva y
comunicarme en una forma que me enorgullezca.
Recordatorio para
hoy
La mayoría de nosotros cargamos con más vergüenza de
la que nos corresponde. No alimentaré el problema usando palabras
ingeniosas y crueles para humillar a otro ser humano. Si así lo
hiciere, me estaría avergonzando a mí mismo.
Comentarios
Publicar un comentario