Wynne, personalmente creo que nos manifestamos en este plano terrenal muchas, muchas veces y que, a medida que nuestras almas tratan de aprender sus lecciones para acercarse a la perfección, eligen las condiciones de vida que les darán la oportunidad de hacerlo. Pero, como en nuestro caso, para aprender ciertas lecciones, debemos sumergirnos en las mismas condiciones que producirían naturalmente en nosotros, el efecto contrario de lo que tratamos de aprender. Al vencer nuestra reacción natural a esas condiciones, aprendemos la lección. Por ejemplo, si realmente quiero aprender a ser paciente, debo poner a prueba mi paciencia hasta el punto más extremo. Entonces quizás al fin lo aprenda, a través del renunciamiento de mi impaciencia, o quizá no. Pero la oportunidad de aprender la paciencia sólo se obtiene al ponerla a prueba. Si mi lección consiste en aprender a perdonar, debo experimentar lo imperdonable y luego, mediante los efectos autodestructivos de mi amargura...