El agresivo verbal
Hermann
Hesse, decía: "Yo soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca, y
aún lo soy, pero ya no busco en las estrellas ni en los libros: empiezo a
escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mi interior"
El agresivo verbal
¡Vamos, estúpido! ¡muévete! Un automovilista a otro
1. Despertando el monstruo que todos tenemos dentro
Los agresivos son personas difíciles, complicadas, seres que
minuto a minuto obstaculizan nuestra existencia, que pareciera encuentran
placer en hacernos difícil la convivencia o nuestro trabajo.
Sus contestaciones filosas y agudas nos sorprenden, nos dejan
mudos, "sin palabras." Establecer una comunicación con este tipo de
gente nos deparará tener que controlar nuestros más bajos instintos.
Estoy totalmente seguro de que al leer estas líneas algún nombre
ya tendrás en mente: un jefe, un padre, un familiar, un amigo, una pareja.
Los agresivos son seres cuya violencia verbal fluye a través de
sus poros, produciendo un desgaste impresionante a quien debe tratar con ellos.
¿Cuánta energía extra consumimos al detenernos a pensar cuestiones
tales como: "¿Cómo se levantará hoy?,
¿tendremos un día de paz o de guerra?, ¿estará de buen ánimo o nos
arruinará el día?"
Y así es como muchas veces vivimos dependiendo de las emociones
ajenas, sujetando nuestro bienestar al humor y
al trato que los otros quieran darnos. Protagonizamos
"Las palabras son como las abejas: tienen miel y
aguijón." continuos intercambios verbales que nos llevan a pensar qué es
lo que debemos decir y cómo y qué debemos hacer y qué no, para evitar despertar
al "monstruo" que esta violencia del otro guarda dentro de sí misma.
Las personas que sufren de incontinencia verbal tienen dentro de
su vocabulario una palabra a la que aman y es "no". Digas lo que
digas, por más que propongas una idea de oro, esta persona te dirá
"no".
Bernardo Stamateas, Gente Tóxica Capítulo 4
Federica Erra
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