Segundo Paso
(imagenes Alexandre Lafaurie)
Segundo Paso
“Llegamos
a creer que un Poder Superior a nosotras podría devolvernos el sano juicio”
El Primer Paso, si
se ha trabajado apropiadamente, nos deja sintiéndonos vacíos. Hemos admitido
nuestra impotencia y la inmanejabilidad de nuestra vida. Así es que nos
quedamos diciendo: "Si soy impotente y no puedo manejar mi vida, ¿entonces
quién puede? ¡Dios puede! Dios nos ayuda poniendo una simple semilla de fe en
nuestros corazones. Esa semilla de fe no es grande. Sólo es una confianza en
desarrollo de que alguien más, mucho mayor que nosotros, se hará cargo. El
Segundo Paso nos ayuda a admitir la semilla de fe que nos fue dada por nuestro
Poder Superior. Con esta admisión se inicia el proceso de confianza de que un
Poder mayor a nosotros está operando en nuestra vida.Hijos adultos de padres alcohólicos y familias disfuncionales
Comentarios
Publicar un comentario