“Un día a la vez”


Me fijé metas “Un día a la vez”, por más pequeñas que fueran, también me acerqué a mi sueño de convertirme en una escritora de éxito y, algún día, en esposa y madre. Lo “mantenía simple” y hacía todo lo que podía con el fin de no abrumarme. “Solté las riendas y se las entregué a Dios” al renunciar a mi necesidad de controlar. Entiendo que no causé los problemas de mi madre, no lo pude controlar y no lo pude curar. Era una niña, impotente ante los adultos que regían mi mundo e impotente ante lo que hoy entiendo es una enfermedad poderosa. Como adulta, aún soy impotente ante ello, pero ya no lo soy ante mis decisiones.
Testimonios de Al-anon, Lemas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre