Meditaciones 22 de octubre
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22 de octubre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Una de las consecuencias de dejar de intentar manejar y controlar a los demás es que debes renunciar a ser “la que ayuda”, pero paradójicamente, ese mismo acto de cortar con esas viejas conductas es la acción de más ayuda que puedes ofrecer a quien amas. La identidad de “la que ayuda” es una trampa del propio ego. Si de veras quieres ayudar, déjale a él sus problemas y ayúdate a ti misma.
Unidad
Cuando estudiamos las tradiciones, aprendemos que nada
que afecte nuestra recuperación personal es una cuestión ajena y que, además,
nuestra unidad debe ser lo primero. Estos principios espirituales no están en
conflicto, pero para conciliarlos, quizá debamos pensar u orar. Cuando vivimos
de forma espiritual, la toma de conciencia y la empatía nos guían en nuestra
recuperación y en nuestra manera de compartir. En el Undécimo Paso pedimos el
poder de cumplir la voluntad de Dios para con nosotros. Con ese espíritu, tal
vez podamos pedir también las palabras necesarias para hablar de nuestra
experiencia sin provocar separación o desunión entre nosotros.
Vivir
limpio
22
de octubre,
El
lenguaje del adiós de Melody Beattie
Aférrate
a lo tuyo
Confía
en ti mismo. Confía en lo que sabes. A veces es difícil ampararnos en nuestra
propia verdad y confiar en lo que sabemos, especialmente cuando otros tratan de
convencernos de lo contrario. En estos casos, los demás pueden estar lidiando
con cuestiones de culpa y de vergüenza. Ellos pueden tener su propio programa.
Pueden estar inmersos en la negación. Les gustaría que creyéramos que no
sabemos lo que sabemos; les gustaría que no confiáramos en nosotros mismos;
preferirían involucrarnos en sus tonterías. No tenemos por qué dejar que los
otros nos confisquen nuestra verdad o nuestro poder. Eso es codependencia.
Creer mentiras es peligroso. Cuando dejamos de confiar en nuestra verdad,
cuando reprimimos nuestros instintos, cuando nos decimos a nosotros mismos que
algo debe andar mal con nosotros por sentir lo que sentimos o por creer lo que
creemos, le damos un golpe mortal a nuestro yo y a nuestra salud mental. Cuando
menospreciamos esa importante parte nuestra que sabe cuál es la verdad, nos
desconectamos de nuestro centro. Nos sentimos locos. Nos metemos en la
vergüenza, en el miedo, en la confusión. Perdemos el rumbo cuando le permitimos
a alguien que nos quite el tapete sobre el que estamos parados. Esto no
significa que nunca estemos equivocados. Pero no siempre estamos equivocados. Sé
abierto. Pósate en tu verdad. Confía en lo que sabes y rehúsate a aceptar la
negación, las tonterías, las intimidaciones o la coerción que quisieran sacarte
de tu rumbo. Pide que se te muestre la verdad, clara, no que te la muestre la
persona que está tratando de manipularte o de convencerte, sino tú mismo, tu
Poder Superior y el universo.
Hoy
confiaré en mi verdad, en mis instintos y en mi capacidad para asentarme en la
realidad. No permitiré que me dominen las intimidaciones, la manipulación, los
juegos, la deshonestidad o la gente que tiene problemas peculiares.
22
de octubre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Enmiendas
Me
he retenido de decir la verdad y he transigido en un montón de cosas.
Marión
Cohén
Uno
de los pasos más importantes de la recuperación de la adicción al trabajo, a
cuidar de los demás, a ir siempre apresurada, y a estar siempre ocupada, es el
proceso de las enmiendas. En primer lugar, tenemos que hacer una lista de las
personas a las que hemos hecho daño. Después tenemos que enmendar nuestros
errores siempre que no hagamos daño a nadie. Es importante recordar que hacemos
enmiendas a nuestra conducta por nosotras mismas. No lo hacemos para obtener
perdón. Tampoco lo hacemos para que los demás se vuelvan como nosotras. No
hacemos las enmiendas para controlar o manipular. Hacemos enmiendas porque
necesitamos hacerlas para mantener nuestra claridad o nuestra sobriedad. Hacemos
enmiendas porque clarifica nuestra alma el admitir nuestros errores, el decir
que lo sentimos y el volvernos hacia un poder más grande que nosotras.
Hacer
enmiendas es una manera de pasar el aspirador a mi alma. Su resultado es
sentirme limpia.
22
de octubre,
Meditación
Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Los
niños despiertan nuestro verdadero ser cuando los vemos lastimándose,
esforzándose y experimentando, cuando los miramos a los ojos y escuchamos sus
corazones. Los niños son un regalo, si los aceptamos.
Kathleen
Tierney Crilly
Los
niños nos miran a nosotras y a su mundo con ojos nuevos, con actitudes ingenuas
y con el corazón abierto. Actúan espontáneamente ante los sucesos de sus vidas.
Son lo que sienten. Observar atentamente a los niños puede sernos muy útil.
¡Cómo hemos complicado nuestras vidas! Su sinceridad puede resultarnos
provechosa. Si vivimos de acuerdo con los principios del programa, podremos
maravillarnos otra vez mirando al mundo. Cuando aceptamos el programa y sus
principios, recibimos muchos dones. Nos liberamos de las cargas del pasado.
Aprendemos a vivir sólo el día de hoy. Y llegamos a creer que existe un poder
superior que nos tiene en sus manos a nosotras y a todo lo relacionado con
nuestra vida. Los niños confían instintivamente en las personas que los cuidan.
Cuando aplicamos los Pasos de este programa a nuestra vida, aprendemos a
confiar nuevamente.
Miraré
el día de hoy con admiración y confianza. Todo va bien. Estoy bajo la
protección de un poder mayor que yo.

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